Wednesday, October 26, 2005

NOVENTA Y NUEVE POR CIENTO VIRGEN

"El mal realmente temible no es la lucha violenta entre las diferentes partes de la verdad sino la tranquila supresión de una mitad de la verdad", John Stuart Mill en Sobre la Libertad.

(¿Tolerancia?.- De la documentación oficial del Gobierno del Estado para octubre: "En octubre nuestro valor es la Tolerancia", "Nunca construyas una muralla, hasta saber qué es lo que estás encerrando y que estás dejando afuera. John Powell". ¿A quién se le ocurriría?, Quien construye murallas en vez de puentes es intolerante, deje lo que deje adentro o afuera, ¿o no?.)

Es conocida la anécdota de aquel funcionario que pregonaba su honradez y al ser interpelado -¿De veras es Ud. honrado?-, -¡Por supuesto!-, -¿Pero honrado honrado?-, -Bueno, pues mire Ud., honrado, honrado, lo que se llama honrado, no hay quien-. Y si es difícil encontrar ya no digamos un funcionario, sino una persona honrada honrada, más difícil todavía encontrar a un individuo o individua honrada y honesta.
Si Ud. amable lector no tiene claro la distinción entre una y otra permítame explicársela con la muy gráfica distinción que hace el licenciado Héctor Valdivia: "La honradez es de la cintura para arriba, la honestidad de la cintura para abajo".
Todo esto viene a cuento porque los porcentajes y estadísticas son estupendas si hablamos de beisbol pero nada tienen que hacer cuando se aplicasen a los toros. Descanse en paz Juanito Esparza que salía disparado del parque Romo Chávez para llegar a tiempo a la Plaza San Marcos y ya entrado en gastos llenaba el box score de la corrida. Imagine Ud. que se anunciara al tremendo trabuco constituido por el Maletilla del Llanito y su cuadrilla enfrentándose a los temibles cornúpetas Saddam, George y la Maestra, todos ellos con porcentaje de cornadas sucias de 5.5, por decir algo.
Ya se sabe hablando de estadísticas que si un día mi vecino se despacha en la comida un guajolote con todo y moco y yo ese día me quedo sin comer, estadísticamente cada uno nos comimos medio guajolote.
No en balde también decía el político inglés Benjamín Disraeli: "Hay mentiras, mentirotas y estadísticas", por cierto es también a Disraeli a quien le atribuyen la fórmula del fracaso, bueno, no exactamente, pero sucede que alguna vez le preguntaron la fórmula del éxito y respondió
tajante: "No la sé, pero conozco la del fracaso, trate de quedar bien con todos".
La realidad es que hay materias o temas (como ahora se dice para todo) en las que la utilización de porcentajes o estadísticas confunde mas que ayudar a clarificar.

Lo que ve el que lee.- Leyendo el pegote hecho de última hora a la Legislación Penal vigente me encuentro la siguiente joyita: Art.91 d.- La discriminación consiste en provocar o incitar al odio o la violencia, o negar o restringir derechos...No serán punibles las conductas descritas en este artículo, si se trata de medidas tendientes a la protección de grupos sociales desfavorecidos. ¡Recórcholis!, ¿Desde cuando se protege a uno incitando a la violencia al otro?. Buen tip para el mes de la tolerancia. )

Si alguien amable lector, le dice a Ud., que está noventa y nueve por ciento de acuerdo con Ud. ¡Cuidado! podría resultar como el caso de aquella "joven" casadera a punto de cruzar el umbral de las señoritas mayores que recitaba como divisa aquello de: "No os desesperéis que Lolita Alférez caso a los cincuenta y seis". No faltó la malintencionada que le preguntó por la fecha de la boda y ella con todo aplomo contestó: -Ya tengo listos los preparativos de la boda en un noventa y nueve por ciento, sólo me falta un detalle en el que no nos acabamos de poner de acuerdo mi novio y yo-, -¿Por un detalle?- preguntó la curiosa impertinente, - Pues sí, yo me quiero casar en Catedral-, - ¿Y él? ansiosamente inquirió la metiche-, -¿Él? Él no se quiere casar-.
Nuestro país ocupa un nada envidiable lugar entre los más corruptos del planeta. Según los organismos internacionales que se encargan de esta medición nos corresponde en una escala del 1 al 10 una calificación de 3.6, o sea, ¡estamos reprobados!. Desde luego podríamos decir que los porcentajes en materia de corrupción también son dudosos y ¿Qué ganaríamos?. Basta con echar una mirada a nuestro alrededor. Un señor gobernador de un estado puede acumular una fortuna de decenas de millones de pesos a base de una carrera burocrática. Un sencillo profesor rural pero buen administrador amasó una de las mas grandes fortunas del país. Otro señor fue elegido para adquirir un servicio público indispensable, junto con la prebenda de la venta, se le dieron los medios para pagarlo, se le protegió contra la competencia por varios lustros y se convirtió ¡qué chiste! en uno de lo hombres mas ricos del mundo. Otro más defraudó a través de turbios negocios bancarios a sus clientes y al estado, tras una huída peliculesca y su ocultamiento por varios años en el extranjero fue descubierto, traído a México, exonerado e indemnizado y ahora se exhibe con un futuro candidato presidencial.
¿Le seguimos?
¿Por dónde empezar? No lo se. Lo que si se es que un requisito "sine qua non" para iniciar un combate en serio y a fondo contra la corrupción tiene que pasar por la transparencia. Y transparencia significa no sólo posibilidad de conocimiento de la información pública sino también y fundamentalmente posibilidad de participación en la toma de decisiones.
Transparencia implica que la autoridad se exprese con la verdad y no con el noventa y nueve por ciento de la verdad, que se tenga acceso a la información y no sólo al noventa y nueve por ciento de la información, que se pueda tener ingerencia en las decisiones gubernamentales y no solo en un pequeño porcentaje de ellas.
Si a Ud. alguien le dice el noventa y nueve por ciento de la verdad no le está diciendo la verdad, si una persona es el noventa y nueve por ciento honrado no es honrado, si una persona es noventa y nueve por ciento justo no es justo.
El Congreso del Estado tiene entre sus inmediatas tareas legislar una ley de Acceso a la Información auténticamente democrática, si no, ¡Qué el pueblo se los demande!

Candil de la calle.- Ahora que se necesita con urgencia en Isla Mujeres, Cozumel y Cancun la ayuda de todo tipo. ¿Dónde están los convoyes que fueron a ayudar a los gringos?.)

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