¿Hasta cuando comandante?

(¿Águila 1 o Cuauhtémoc 1?.- El nombre es arquetipo de las cosas decía Platón en el Cratilo, lo que traducido al buen cristiano, quiere decir algo así como que el nombre determina lo que será la cosa y como se comportará. El lamentable accidente del helicóptero Águila 1, le hace pensar a uno si no alguien pensaría en llamarle Cuahtémoc, que ya sabemos que en nahuatl significa "águila que cae". ¡Claro que es de mal gusto! pero no resistí el platicarlo.)
Cuando el comandante Fidel Castro ascendió al poder al inicio de 1959, junto con el figuraban otros dos comandantes de recia personalidad y un carisma semejante al de Fidel: Camilo Cienfuegos y Ernesto "Che" Guevara. Camilo desapareció en circunstancias mas o menos misteriosas cuando realizaba un vuelo en el oriente de la isla, ni su aeronave menos sus restos fueron encontrados. El Che Guevara emprendió no muchos años después una aventura suicida en Bolivia en donde luego de ser detenido, fue asesinado cobardemente. Su salida de Cuba no fue, ni por mucho, en el momento adecuado para incendiar con la llama guerrillera un continente que vigilaba, ahora si, celosamente el Tío Sam. ¿Por qué realmente salió Guevara de Cuba? probablemente sólo él y el comandante Fidel lo supieran.
Sobre el Che se ha escrito mucho y él mismo dejó textos que marcan un hito en la historia de la humanidad, como el decía: "El guerrillero ocupa el mas alto escalón en la escala humana". Su carta a la salida de Cuba, su diario en Bolivia y otros muchos de sus textos deberían ser lectura obligatoria para la juventud, especialmente en estos tiempos en que deambulan en un mar interminable de dudas, indecisiones y pobreza de ideales. Como dijera el también argentino José Ingenieros en su ya casi olvidada obra "El Hombre Mediocre": "El ideal es ascua sagrada, si lo dejas apagar no se reenciende jamás". Como despedida al Che, Carlos Puebla, insuperable cantor de la revolución cubana, cantaba aquel maravilloso poema: "Hasta siempre, Comandante".
Parafraseando a Puebla, pero en otro sentido, el mundo se pregunta ¿Hasta cuándo, comandante?. No importa si son los cubanos habitantes de la isla convencidos del liderazgo efectivo de Fidel que transformó a Cuba de ser un servil lacayo de EE.UU. en ejemplo de lucha, de trabajo, de entereza, de valor, y que ha logrado a costa de muchos sacrificios, especialmente del pueblo, mantener su independencia y avanzar impresionantemente en los campos del deporte, la salud y la educación. No importa si se trata de los cubanos de Miami que llevan meticulosamente una cuenta de los días que falten para regresar a su isla, y que mantienen vivo su temperamento, su alegría, su tesón, su esfuerzo, sin compartir, por supuesto, la vía que el anciano dictador ha mantenido para la isla.
(De transparencias a transparencias.- Aguascalientes ha dado un paso importante en el camino de la Transparencia. La nueva ley sin estar a la altura de la de Chihuahua, que sigue siendo el ejemplo a seguir, ni a la de Morelos, que en el papel también es muy buena, la nueva ley de Aguascalientes incorpora figuras actuales que pueden rendir muy buenos frutos en este campo. La clave, como en muchas otras áreas, consiste en la voluntad política que se tenga para llevarla a la práctica. Un punto en contra es la integración y forma de designación del llamado Consejo Ciudadano que la dirigirá, que a mi manera de ver no asegura que se cuente con una auténtica representación ciudadana.)
No es exageración decir que el mundo entero está pendiente de las noticias de la isla. Cuba constituye un caso excepcional en la historia del mundo. No hay paliativos, el sistema político cubano dista mucho de ser democrático, para acabar pronto, con un gobernante que se ha eternizado en el poder, medio disfrazando su autoridad con la celebración de elecciones cuyo resultado es totalmente previsible, con una asamblea popular que tiene un margen limitado de actuación y con una estructura partidista que se infiltra prácticamente en todas las conductas de los ciudadanos, el sistema cubano no es mas que una dictadura.
Visitar la isla constituye una experiencia imborrable y aleccionadora. Uno se puede mover con absoluta libertad. Se puede elegir entre visitar los lugares turísticos, que sin duda ofrecen espectáculos de calidad, hoteles a la altura de los mejores, playas hermosísimas y restaurantes bien surtidos, u optar por convivir con el pueblo, entrar a sus casas, platicar con la gente, comprar en sus mercados, asistir a sus diversiones, conocer las escuelas, visitar la universidad, en fin conocer de cerca los aspectos que los recorridos turísticos evitan.
La pobreza es inocultable, pero también es inocultable la educación, la seguridad social, la tranquilidad de la vida, la alegría, el gusto por la vida, en una palabra la cultura. Es otra forma de ver y de vivir la vida. En Cuba uno no ve gente macilenta, pobre sí, pero no miserable. La alegría con que los "pioneros" los niños cubanos, asisten no solo a la escuela sino a las actividades concomitantes y formativas, son francamente envidiables. El cuidado, la atención y el respeto que se tienen para los ancianos es también de dar gusto. La frescura, el entusiasmo, la educación y la vitalidad de la juventud son capítulo aparte.
Todo eso sin embargo que solo se puede apreciar, conviviendo de cerca con los cubanos, ha tenido un costo muy alto. No tienen muchos canales de televisión, el internet está restringido, no prolifera la drogadicción, no se pueden comprar muchos satisfactores que la sociedad desarrollada nos plantea como indispensables para la felicidad. En fin, que como dije es otra concepción del ser y de la vida que se acerca fatalmente a su cita con la historia.
¿Hasta cuándo, comandante?
(Conteo de los votos.- El Trife tomó una resolución que será apenas un paliativo para los graves problemas postelectorales. Mucho me temo que el nuevo conteo no zanjará las dudas que la actuación titubeante de la autoridad han exacerbado. La ciudadanía tiene derecho a exigir certeza y seguridad. ¿Nos las dará el nuevo conteo?.)