"...COMO EN FERIA"

Para los compañeros del club de la bergamota.
N.B.- El té hecho con las hojas secas de la bergamota se usa para tratar la melancolía, la depresión, la apatía y la irritabilidad.

Por: Jesús Eduardo Martín Jáuregui
>(¿Censura en radio U.A.A.?.- Que un concesionario censure o termine un programa por convenir a sus intereses es una cosa, que en la Universidad pública se censure un programa que pretende difundir expresiones en uso de la libertad consagrada constitucionalmente, otra muy distinta. La difusión de un programa en una estación de tan poco alcance y tan poco auditorio como XHUAA no tendría ninguna consecuencia, la prohibición de transmitirlo podría traerlas. Por citar a los clásicos: "Pero que necesidad..." como diría el divo de Juárez.)

Los dichos suelen ser sabiduría popular concentrada, producto de muchos lustros de experiencia, que compendian, en una frase no pocas veces jocunda, una enseñanza moral en el sentido mas amplio del término. Cuando Ud. amable y feriante lector le pregunta a alguien: "¿Cómo te ha ido?" y ese alguien le responde: "Como en feria", a Ud. no le queda la menor duda, al pobre interpelado le ha ido mal, y por supuesto el dicho no distingue entre la feria de Texcoco o la de San Marcos, por muy nacional que sea; o entre Presidente Municipal o sicario sorprendido con un pistolón mas grande que el de cualquier senador o diputado. Mas "pior", y ya se sabe que "pior" es peor que peor, para los pobres ciudadanos, mayores de edad, en uso, mal uso o abuso de sus menguadas facultades mentales, al corriente o casi en el pago de sus impuestos y vecinos, sin remedio, del "perímetro ferial", como dice casi todo mundo queriendo significar área ferial, (se nota que no aprobaron geometría de párvulos), como el suscrito que habla que vive dentro del área delimitada por el perímetro de las discordias (una de tantas entre Ayuntamiento de la capital y Patronato de la Feria).

Para muchos aguascalentenses, (sería aventurado decir que para la mayoría), la Feria es el pretexto para huir de Aguascalientes, salir despavorido para cualquier "destino" que nos mantenga razonablemente a salvo de "La pelea de gallos", "La mala palabra", el (f)erial de Aguascalientes, o cualquier otro símbolo chauvinista de patriochiquería.

La diversión, llámele feria, carnaval, festival o como sea, es una necesidad del ser humano. Se requiere, como el término lo dice, centrar la atención en algo diverso, diferente, distinto. Nadie puede soportar esta vida sometido 24 horas los 365 días del año a las tensiones del ajetreo moderno. Es indispensable disponer del tiempo y el espacio para ocupar los sentidos y la mente con estímulos y contenidos diferentes de los de la enajenación de la vida moderna. Desde luego, la diversión por si misma es conveniente, útil y de plano, necesaria, pero no es lo mismo Juan Domínguez que el hermano de Don Belisario, es decir, diversión puede ser presenciar un certamen de perros amaestrados o ver una pelea de perros, diversión puede ser un paseo por un zoológico o la asistencia a una corrida de toros, diversión puede ser asistir a una competencia de fisicoculturismo o presenciar una pelea de box.

Como simples espectadores los aguascalentenses hemos disfrutado de un espectáculo adicional, gratuito y de lo mas divertido: los enfrentamientos entre el Ayuntamiento de la capital y el Gobierno del Estado en su modalidad de Patronato de la Feria. Seguramente este espectáculo podría encuadrarse dentro de la llamada feria de tradiciones, porque parece que estos enfrentamientos ya son tradicionales, tanto que hasta podríamos llamarles "clásicos" con mas razón que a un "pumas-águilas". Desde luego que los simples ciudadanos de "a pie", como el que pergeña estas apresuradas, descuidadas y (esta vez) atrasadas notas, no alcanzamos a comprender la razón última de la disputa. Nos queda muy claro, eso sí, que ni el Ayuntamiento es el paladín de la moral pública ni el Patronato el promotor de la superación personal vía ingestión etílica. Creo que a nadie convence la supuesta defensa de la "temperancia" pero menos convence la postura del Patronato al conceptuar la feria como oportunidad de crecimiento personal, podría quizás ser oportunidad, pero no ocasión. (Según decía citando a Mallebranche el licenciado Eduardo Rodríguez Lariz en su clase de Historia de las Doctrinas Filosóficas del ICA, antecesor de la censurante y por lo mismo censurable UAA).

Las voces de la calle, que son las que uno oye cuando escucha, afirman siguiendo aquel viejo refrán "piensa mal y acertarás", que el problema es de pesos y centavos. Mientras los contendientes se intercambian mandobles, multitud de personas están dispuestas a mantener enhiesto el pendón de la cantina mas grande del mundo y a propiciar las pingues ganancias de unos cuantos que aprovechan la firmeza de carácter de los bebedores. Ya decía Ambrose Bierce en su Diccionario del Diablo: Abstemio: Persona de carácter débil que cede fácilmente ante la tentación de negarse un placer.

Lo que si cuesta trabajo entender es, ¿cómo puede la Ley del Patronato de la Feria estar por encima de las facultades constitucionales del Ayuntamiento?. A mi, por lo menos, que me he tenido que leer dos o tres libros de jurisprudencia, me deja en ascuas, turbado y patidifuso, casi en la imperiosa necesidad de volver a inscribirme en alguna escuela en que manejen los rudimentos de éste nuevo derecho. Es mas, con cierta vergüenza he decidido descolgar un papel que dice que alguna vez fui abogado, porque ya no entiendo nada de nada y sería incapaz de responder la mas sencilla pregunta al respecto.

A este paso pronto no necesitaremos del Ayuntamiento, nos bastará con que el Patronato extienda la feria todo el año y se haga cargo de la superación y mejoramiento de todos los aguascalentenses y la de los miles de turistas que nos distinguen con su visita. No se si sería mejor, pero indudablemente sería mas divertido.

>(El olvido aplazado.- Dice Don Santiago Ramón y Cajal que la gloria es el olvido aplazado. Bonito ¿no?. Aunque uno piensa también que la gloria es un recuerdo distorsionado. Nadie recuerda a Sócrates. Alguien recuerda que en algún lugar leyó acerca de un personaje así llamado. Alguien recuerda que alguien alguna vez lo mencionó. Alguien (muchos) reducen a Sócrates a una frase aprendida de memoria: Yo solo se que no se nada. Gloria vacía.)