Wednesday, July 06, 2011

El PRI en la antesala sin outs

"Y cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí" Tito Monterroso
(El brazo ejecutor.- El brazo ejecutor del Gobierno Federal actuó en Aguascalientes. Ayer elementos de la Marina Armada de México, un poco lejos de los mares, llegados en dos helicópteros, uno de combate y otro de transporte, sitiaron la casa de Nicolás Mora Ovando, a quien se atribuían multitud de crímenes. Los marinos apoyados por elementos de la policía local formaron un cerco del que no salió vivo. Los muertos no reclaman derechos humanos.)

Para los que chanelan de beisbol queda claro la imagen de la antesala sin outs, para los que no, simplemente hay que decir que el PRI tiene metido un pie en los Pinos y difícilmente, aun con las medidas efectistas y desesperadas del actual ocupante de la residencia oficial de la Presidencia, podrá evitarse que recupere el gobierno de la República, que durante tantos sexenios detentó. Los presidentes panistas Fox, tan pintoresco, Calderón, tan poco pintoresco, han sido tan desafortunados que han hecho que la población añore los gobiernos del PRI, aunque muy probablemente dada la conformación de la población, la mayoría de los votantes que son los que tienen menos de 30 años, no pueden recordar a un presidente tan frívolo como López Portillo, tan gris como Miguel de la Madrid y tan inteligentemente maquiavélico (perdón Maquiavelo, pero es para hacerme entender) como Carlitos Salinas.
Los resultados en las pasadas elecciones estatales, particularmente la holgada victoria de Eruviel Ávila en el estado de México, el más poblado y el más rico de la república, afianzan la presencia del Partido Revolucionario Institucional para la sucesión presidencial del próximo año. Las casas encuestadoras señalan la marcada preferencia que a la fecha tiene el actual gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, para el caso de que en este momento fueran las elecciones. El Pejidente lejísimo Andrés Manuel López Obrador mantiene en el Distrito Federal un apoyo que ha perdido en el resto del país, las preferencias lo sitúan con menos de un 15% de intención de voto, por más de 35 y según algunas encuestadoras hasta de un 45% de Peña Nieto. Santiago Creel ha caído a un cuarto lugar por debajo de Ebrard que no llega al diez por ciento y los integrantes de la chiquillada presidencial que se hacen cruces tratando de llegar siquiera al cinco por ciento. Ni Lujambio, ni Cordero, ni Lozano, ni Vázquez, han logrado calar en el ánimo de los futuros votantes y como dijo Don Teofilito, ni calarán.

El presidente Calderón ha jugado su capital político, cada vez más gastado, a una sola carta: el combate a la delincuencia organizada, que, no obstante los golpes mediáticos de la captura o la muerte de cabecillas de grupos delincuentes, no ha logrado regresar a la ciudadanía la percepción de seguridad y tranquilidad, probablemente porque no la hay. La dispersión de los integrantes de algunas bandas, muertos los líderes, han conformado grupúsculos que pueden resultar más difíciles de combatir al no responder a una unidad de mando o de acción. Las adicciones y los adictos se incrementan y aunque en el plano internacional voces de toda seriedad se han manifestado a favor de la legalización del uso de drogas, México no puede asumir una postura diferente de la de EE.UU. en donde la distribución constituye un gran negocio seguramente en manos de grandes capos, aliados a carteles internacionales. El Presidente anunció que ahora sí, el próximo año desaparecerá el impuesto sobre la tenencia de automóviles: tarde píaste pollito. La medida llega tarde y se verá claramente la intención electorera, se agradecerá quizás, pero no se reflejará en votos.

(La criada malcriada.- No, amable lector, no es por alusión a María Victoria, que hizo una creación de su personaje de sirvienta, por cierto una especie en extinción, sino porque ahora Miguel Ángel Yunes, director del ISSSTE, le salió respondón a su titiritera: la "maestra" Elba Esther. A menos que, ahora el titiritero sea el de los Pinos y quiera cobrarse agravios por no lograr la colaboración de las huestes magisteriales.)

Desgastado López Obrador, desgastado Alejandro Encinas, con poquísimas posibilidades de alcanzar presencia nacional Marcelo Ebrard, y con los posibles aspirantes del PAN debatiéndose por migajas de simpatía del electorado nacional, parece que la elección presidencial habrá de resolverse en la selección interna del PRI. La ventaja numérica favorece indudablemente a Enrique Peña Nieto pero depende de que pueda mantener presencia en el ánimo de los priístas luego de que entregue la gubernatura.

Seguramente el debate habrá de darse y por lo tanto la resolución en los términos en que lo ha planteado Manlio Fabio Beltrones: ¿El hombre o el programa?.
Durante muchos años, el PRI se ostentó como un partido depositario de la tradición revolucionaria (whatever that means). Enarboló los logros de una revolución que según algunos inventó Lázaro Cárdenas para justificar su programa izquierdista, apoyado en el fenomenal trabajo de Plutarco Elías Calles que consolidó y dio cariz de nación a un territorio dividido y desangrado, creador de instituciones como el Banco de México y el partido que habría de ser el Revolucionario Institucional. El PRI ha sobrevivido a muchas desgracias, sobrevivió incluso a Carlos Salinas de Gortari que lo debilitó intencionada o culposamente, y ha podido rehacerse luego del duro golpe que significó la pérdida de la presidencia de la república.

Me atrevo a señalar que el futuro del país pasa por el programa que el PRI adopte. Por fas o por nefas, las circunstancias le han llevado a ser nuevamente el eje de la vida política del país. Sus postulados y principios tendrán que adecuarse a la circunstancia de un mundo globalizado y un México empequeñecido en el concierto internacional. Su programa tendrá que incorporar la inseguridad como problema principalísimo y el desempleo y la deseducación como causas eficientes de la debacle nacional. El reto tendrá que ser definir el programa y entonces, solo entonces, pensar en el hombre. Pero la cuestión es si los intereses de las grandes empresas del espectáculo y la información permanecerán al margen.

(Mas bocas que mantener.- La propuesta de la presidenta del Instituto Estatal Electoral de crear partidos políticos estatales llega en mal momento. No está el horno pa' bollos. La mayoría de los ciudadanos considera una carga sostenerlos, más aún en una época de crisis económica, de confianza y de inseguridad. Por otra parte los partidos nacionales plantean un abanico ideológico suficientemente amplio. Otra vez será.)

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